El tatami, lugar de competición de esta arte marcial, dentro de la disciplina Karate, tiene las mismas medidas para Kumite como para Kata. Esta área según la World Karate Federation (W.K.F.) debe ser lisa y estar libre de obstáculos, siendo esa su principal e incumplible regla, entendiendo que cualquier obstrucción en el tatami significa un riesgo para los contendientes.
Frente a la tradición y la sabiduría: onegai itashimasu
Luchar en el “camino de la mano vacía”, lo que para el japonés significa la tradicional arte marcial conocida como Karate, supone altos niveles de concentración y sobre todo disciplina. Ésta última, para el plano deportivo se presenta de manera estandarizada en torneos como las opciones de “Kata” y “Kumite”.
El Kata es una suerte de combate imaginario, a través del cual el karateca, no sólo se presenta para ser evaluado en la precisión de sus movimientos, posturas y técnicas, sino que en sí mismo es un ejercicio práctico de concentración y control del cuerpo así como de la respiración que requiere la ejecución de una serie de posiciones de combate de manera secuencial, previamente establecidas y nombradas por la disciplina, por ejemplo el tradicional “Sanchin” por su significado: tres respiraciones.
Por su parte el Kumite, que castellano significa combate, no sólo exige de la puesta en práctica de la adecuada respiración y tensión muscular, sino también del manejo de un estado mental en parsimonia con la situación de confrontación contra el oponente. El Karate, combina para el combate: fuerza, flexibilidad y estilo.
Esta larga tradición japonesa originada en la isla de Okinawa se enfoca en el entrenamiento de la mente a través de la disciplina corporal. En su larga disciplinariedad ha pujado por entrar en el suelo olímpico, asimilando reglamentos y estandarizaciones internacionales que le permitan competir frente a otras disciplinas y ser igualmente reconocida como un arte marcial legendaria para la humanidad.
Para las competiciones de Karate puede haber participación en las disciplinas de Kumite y/o de Kata, ambos encuentros pueden ser individuales o en equipo.
El tatami, lugar de competición de esta arte marcial, dentro de la disciplina Karate, tiene las mismas medidas para Kumite como para Kata. Esta área según la World Karate Federation (W.K.F.) debe ser lisa y estar libre de obstáculos, siendo esa su principal e incumplible regla, entendiendo que cualquier obstrucción en el tatami significa un riesgo para los contendientes.
El árbitro por su parte, debe asegurarse de que las piezas del tatami no se separen entre sí durante la competición, pues las hendiduras son un peligro para los competidores; cada pieza que conforma el Tatami debe ser antideslizante en su contacto con el pie del karateca, quien compite descalzo o a duras penas con zapatillas protectoras especiales y estandarizadas para los torneos, el tatami debe tener un grosor apto, que pueda soportar las caídas de los contendientes.
La forma de esta área será un cuadrado con lados de ocho metros (medido desde la parte exterior), construido por piezas de tatami, cual “rompecabezas”, debidamente probadas por la W.K.F., con un metro adicional en todo el perímetro como zona de seguridad. Habrá una zona de seguridad de dos metros despejada de todo obstáculo alrededor, signada por color rojo contrastante con el de la arena de combate, usualmente azul.
En caso de Kata el área fuera del margen azul puede ser usada, incluso hay quienes uniforman los bordes de azul junto con el centro del tatami. Cuando el área de competición esté elevada, el área de seguridad deberá tener un (1) metro adicional en cada lado.
Para Kumite, contamos con un conjunto de normas y sus variaciones: en el lugar donde deben posicionarse los combatientes (centrado frente a frente), el tatami debe encontrarse expuesto en su faz roja para indicar el punto de partida de ambos; o en su defecto estar debidamente señalizado. A cada momento de arbitraje de la pelea, durante las indicaciones del sensei o árbitro, los contendientes deberán volver a sus lugares y esperar la señal de reanudamiento del combate. No seguirlas, puede implicar amonestaciones, incluso acumulativas, que pueden derivar en expulsión de la pelea.
El árbitro se sitúa al centro entre los dos combatientes a dos metros de la línea marginal o zona de seguridad. En cada esquina se cuenta con un juez equipado con dos banderas (azul y roja) con las que indicarán la anotación de un punto extendiendo la bandera frente al contacto del puño del karateca con el cuerpo de su contendiente. Sin embargo la decisión de asignación del punto será criterio del juez o árbitro central quien podrá desplazarse por toda la superficie del tatami.
Existe un supervisor de encuentro y uno de puntuación, el primero estará ubicado fuera del área de seguridad por detrás y a la izquierda o derecha del árbitro, traerá consigo a modo de que posibilite la identificación una señal o bandera roja y un silbato, el encargado de la puntuación deberá controlar y vigilar el cronómetro y la calificación de los Karatecas, ubicado en una mesa oficial correspondiente.
Para quienes cumplen la ardua y importante labor de entrenar, deberán estar sentados fuera del área de seguridad y una vez que el área de competición esté elevada los mismos serán colocados fuera del área elevada. Como última regla a considerar y para diferenciar las áreas del tatami se estima que el borde de competición debe tener un color diferente del resto. Las reglas del tatami para las categorías de niños menores de catorce años (14), tiene su diferencia en cuanto al área de competición, esta puede disminuirse dependiendo del organizador del evento de un 8m x 8m a 6m x 6m. Cada persona que participa en la organización del evento tiene asignaciones directas para que los karatecas (participantes principales) logren llevar a cabo la competencia, cada uno de ellos cuentan con vestuarios particulares que contribuyen a la armonización del acontecimiento.
El Karate, ha sido a través de los siglos un instrumento de defensa personal. Más que puños y veloces ataques, este arte marcial supone un estado mental sobriedad y parsimonia. Las reglas que lo componen no sólo se tratan de una universalización de la disciplina, sino que también suponen la preservación de un verdadero patrimonio cultural de la humanidad. Reglas, rutinas, hábitos y tradiciones que nos hacen cada día más fuertes.
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Los poomsaes son secuencias de movimientos fundamentales en el Taekwondo, esenciales para el desarrollo y progresión de cualquier practicante de esta disciplina.
Desde sus raíces históricas hasta su enfoque en la autodefensa y la competición, el Taekwondo ofrece una combinación única de habilidades y beneficios.