Cuando hablamos de las artes marciales hebreas por lo general pensamos en una de las artes marciales más letales, el Krav magá.
Sin embargo, el pueblo semita que conquistó y habitó en Canaán ha desarrollado distintas artes marciales las cuales tienen aspectos muy interesantes, aunque algunas de éstas están muy relacionadas como una respuesta al antisemitismo.
En este post nos adentraremos a dos artes marciales hebreas muy distintas el Krav magá y el Abir Qesheth.
El Abir Qesheth es un arte marcial que fue desarrollado por los patriarcas del judaísmo. Hacerse la imagen de Abraham, Isaac, Jacob o el rey David luchando como unos verdaderos artistas marciales es algo inusual.
Pero si tomamos en cuenta que los hebreos conquistaron las tierras de Canaán y libraron batallas contra los babilonios y los romanos, tenían que haber desarrollado técnicas de lucha.
Como contraparte tenemos al Krav magá, un arte imponente dentro de las artes marciales hebreas que es practicado actualmente por el ejército Israel y por el de otras naciones, me imagino que ya conoces su ferocidad.
El Abir Qesheth es un arte marcial hebreo muy controversial, ya que dentro de los versículos de la biblia, además de sus grandes enseñanzas de la vida, no encontramos exactamente narraciones de lucha cuerpo a cuerpo o técnicas de artes marciales.
Sin embargo, los practicantes de este arte aseguran que las técnicas del Abir han sido heredadas de Abraham, el padre del pueblo de Israel. Sí, como lo has escuchado, el mismo de la biblia, el que hace el pacto con Dios para que su pueblo se multiplique y habite en las tierras de Canaán.
Uno de los máximos exponentes de este arte marcial plantea que Abraham transmitió las técnicas a su hijo Isaac, y este a Jacob, y de ahí pasó a sus doce hijos que se convirtieron en las doce tribus de Israel.
Yehoshua Sofer es considerado como el Gran Maestro de Abir, un título que le fue heredado por su padre dentro de una antigua tradición de guerrero hebreo-yemenita.
Se dice que los antepasados de Sofer provienen de Yemen, eran guerreros judíos que trabajaban como guardias de seguridad para los reyes saudíes y la realeza etíope.
Los antepasados de Sofer han sido los herederos que han resguardado las técnicas del Abir Qesheth, una de las artes marciales hebreas más antiguas; sin embargo, éstos se habían visto a la necesidad de mantenerlas en secreto por el temor al antisemitismo.
Yehoshua Sofer es un hombre peculiar, ha pasado a ser desde rapero israelí, cinturón negro en Tang Soo Do y guardaespaldas hasta llegar a ser el Gran Maestro de Abir.
Al cumplir la edad de 42 años su padre le permitió establecer la Asociación de Artes Abir Guerreros de Israel, dando a conocer el Abir Qesheth, un antigua arte marcial hebrea-israelí preservada en Habban, Yemen.
Abir en hebreo significa caballero y Qesheth arco. Podríamos definir el Abir Qesheth como el caballero que golpean con las extremidades arqueadas.
En general el Abir se distingue de otras artes marciales hebreas porque sus técnicas de golpes, proyecciones y llaves se basan en el alfabeto hebrero y en el conocimiento de la Tora (el Pentateuco).
Dentro de las artes marciales hebreas el Krav magá es una de las artes más conocidas por su eficacia y su agresividad.
En este arte marcial se vale todo, desde golpes en la ingle, nariz y hasta sacarle el ojo al enemigo. El Krav magá no es un deporte, es un sistema de combate militar que está diseñado para quitarle la vida a alguien y para salvar la propia. En definitiva es una de las artes marciales hebreas más efectivas.
El creador del sistema y fundador del Krav magá fue Emrich Lichtenfeld, un atleta y artista marcial israelí.
El Krav magá se comenzó a forjar por la violencia que se ejercía hacia las comunidades judías, es decir, por el antisemitismo.
Durante su juventud Emrich Lichtenfeld patrullaba los vecindarios de Bratislava para defender a la comunidad judía de las pandillas que los violentaban.
Como practicante de boxeo y lucha se dio cuenta que las técnicas de estas disciplinas eran ineficientes para la defensa personal con uno y múltiples oponentes, ya que la lucha real es muy distinta a la lucha deportiva.
Por lo que se dio a la tarea de desarrollar un método que fuera más práctico, estudiando una gran variedad de artes marciales como el Judo, Muay-thai, Aikido y otras. Y es así como empezó a tomar forma lo que ahora conocemos como Krav magá, una de las artes marciales hebreas más letales.
Emrich Lichtenfeld comenzó a entrenar a luchadores y atletas hasta 1948, cuando se fundó el Estado de Israel y pasó a entrenar a la Fuerza de Defensa Israelí, convirtiéndose al Krav magá en un sistema de combate militar.
El objetivo del Krav magá es poder defenderse de un enemigo en un mínimo de tiempo y de la manera más eficiente.
El Krav magá no es un deporte, es un arte marcial hebrea o un sistema de combate israelí que enseña a reaccionar de manera rápida en caso de agresión y en cualquier situación.
Aunque el Krav magá se ha destacado como un arte marcial adoptado por los ejércitos y los centros de inteligencia de algunas naciones, no es necesario poseer cualidades físicas excepcionales, cualquier persona lo puede practicar.
Uno de los primeros principios, aunque sea muy evidente para el sentido común es “evitar estar en una situación peligrosa”, este principio tiene que ver con prever los peligros para poder responder de la manera más adecuada.
El segundo es tener “reflejos naturales”, nuestros movimientos deben de ser los más conocidos por nosotros mismos para que sean simples y eficaces, atacando por la distancia más corta desde nuestra posición inicial.
El tercero es “tomar el menor riesgo posible para nosotros”, el Krav magá como un sistema de defensa busca preservar nuestra integridad por lo que se trata de tomar el menor riesgo para salir ilesos de un ataque.
Golpear y atacar con lo que se pueda en donde se pueda
El cuarto es “golpear las áreas blandas del enemigo”, de este principio proviene la conocida ferocidad del Krav magá, pues algunas veces para salir ilesos de una agresión es necesario golpear la ingle, nariz, ojos, garganta o cualquier otra parte del cuerpo que te permita dejar fuera de combate a tu oponente.
El quinto es “usar todos los objetos a nuestro alcance”, es de suma importancia conocer el área en donde nos encontramos para estar preparados y poder reaccionar, desde las salidas como desde los objetos que nos rodean, pues del uso de nuestro entorno puede depender salir ilesos o no.
El ultimo principio es “todo se vale”, cuando nuestra vida está en juego lo único que podemos pensar es salvarla, por lo que todo se vale para mantenerla viva, pero no por eso podemos perder nuestros valores y mancillar a nuestro enemigo una vez derrotado.
muy buena la explicacion cada dia uno se entera mas de las cosas no sabia por ejemplo que abraham practico las artes marciales y mucho menos a su tribu;ahora bien quisiera saber si mi apellido es judio porque siempre quise ser judio aunque medio practico el judaismo por mi propia cuenta segun lo que lo que he investigado.
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Los poomsaes son secuencias de movimientos fundamentales en el Taekwondo, esenciales para el desarrollo y progresión de cualquier practicante de esta disciplina.
Desde sus raíces históricas hasta su enfoque en la autodefensa y la competición, el Taekwondo ofrece una combinación única de habilidades y beneficios.
edgar marciales
03 febrero, 2020
muy buena la explicacion cada dia uno se entera mas de las cosas no sabia por ejemplo que abraham practico las artes marciales y mucho menos a su tribu;ahora bien quisiera saber si mi apellido es judio porque siempre quise ser judio aunque medio practico el judaismo por mi propia cuenta segun lo que lo que he investigado.