Existen muchos mitos alrededor de las artes marciales, pero hoy, desmentiremos 5 mitos erróneos sobre el Karate. ¿Ya sabes cuáles son?
El Karate existe desde mediados del siglo XVI, tiempo suficiente para desarrollar diversos mitos alrededor del Karate, ¿no te parece?
¿Sabías que durante algún tiempo estuvo prohibida su práctica en España? Se le consideraba una técnica altamente violenta, por lo que no se permitía su enseñanza ni reproducción.
Además de la “violencia mortal”, el Karate ha estado rodeado por otros mitos que lo desacreditan, sin embargo, hoy solo abordaremos los principales mitos negativos del Karate.
Un mito se origina por relatos orales que aseguran su veracidad, se trata de historias que explican acontecimientos increíbles protagonizados por seres extraordinarios.
En este caso, frente al Karate, nos damos cuenta de que existen muchos mitos que se dan por verdaderos, pero que en realidad son falsos.
El problema, es que muchas personas creen que son reales, y justamente ese es el objetivo de los mitos, que las personas los guarden en sus creencias y que crean que son verdaderos.
En el caso de las artes marciales, muchos mitos surgieron alrededor de éstas, ya que no cualquier hombre podía realizar las hazañas que solo se logran después de años de entrenamiento.
Por esa razón, se creía que algunos hombres eran dioses o demonios, porque utilizaban su entrenamiento en artes marciales para hacer el bien, o para causar daños.
Uno de los principales mitos erróneos sobre el Karate, es pensar que las personas que practican este arte marcial, se vuelven violentos y agresivos.
¿Sabías que dos de los fundamentos principales del Karate son la humildad y la cortesía? ¿De qué forma alguien que practica la humildad constantemente podría ser agresivo?
El Karate demuestra su resistencia a la violencia en sus katas, donde el primer movimiento es una defensa, en vez de un ataque. Por eso se le conoce como defensa personal, porque no busca la pelea, sino que la contiene.
Su filosofía radica en fortalecer el espíritu y el cuerpo y dominar las emociones. Sacar la frustración que la vida cotidiana le pueda producir al practicante, para dejarla en el dojo y hacer con fuerza su entrenamiento.
Gran variedad de películas dieron paso a que las personas pensaran que los practicantes de Karate son armas mortales sin corazón ni remordimiento. Sin embargo, esto tampoco es verdad.
Un karateca experimentado, ha comenzado a recorrer el “Camino de la mano vacía”, y sabe que los combates con su prójimo, siempre se pueden evitar.
Un verdadero practicante de Karate es humilde, este aprendizaje es parte fundamental de su entrenamiento. Mientras más se entrena, más humilde se vuelve.
Si ocurre al contrario, y se vuelve una persona pretensiosa y agresiva, es muestra de que no está interiorizando la verdadera filosofía del Karate.
Y aunque se desprendieron varios tipos de Karate, todos mantienen la humildad y la cortesía dentro de sus valores fundamentales.
Cuando las artes marciales se originaron, hace varios siglos, era más común que fueron los hombres quienes destacaban en éstas.
Con todo y eso, hubo mujeres que se entrenaron fuertemente en las artes marciales, como Yim Wing Chun, creadora de la técnica Wing Chun.
Las guerreras ninja kunoichi son otro ejemplo de destreza femenina, que puso en alto las habilidades femeninas, equiparables a las masculinas.
Incluso, la esposa del Maestro Gichin Funakoshi, uno de los fundadores del Karate moderno, practicaba con él.
Actualmente, miles de mujeres practican todo tipo de artes marciales, y destacan en las competencias femeninas, tanto como los hombres en las competencias masculinas.
Aunque las artes marciales fueron creadas en su mayoría por hombres, también algunas mujeres contribuyeron a su creación.
Por otra parte, las mujeres siempre participaron en las artes marciales y siguen haciéndolo, sin que eso demerite su feminidad.
Como las ninjas kunoichi, que se caracterizaban por su habilidad para la invisibilidad, y fueron grandes espías y asesinas. Aun así, se les reconoce como mujeres femeninas y sensuales.
La personalidad y el carácter se fortalecen con la práctica de las artes marciales, las mujeres karatecas no se vuelven machorras por ser fuertes, valientes y decididas.
El Karate no segrega a las personas por su raza, religión, preferencias sexuales, posición social, edad, ni por ninguna otra razón.
Por tanto, si una mujer es homosexual, al Karate no le interesa, si una mujer es heterosexual, al Karate no le interesa. Y su entrenamiento no le hará cambiar su orientación sexual.
Dentro de las técnicas del Karate se encuentra el kumite, que es el combate. Esta práctica está destinada especialmente al desarrollo del combate en directo.
El Karate servirá a sus practicantes en todas las áreas de sus vidas, un karateca sabe que la mejor pelea es la que no se combate.
Un karateca mantiene la humildad y la cortesía hasta el último momento, sin embargo, no rehúye a un combate al que se está viendo obligado.
Las patadas, golpes de mano, y todas las defensas y ataques que componen la técnica del Karate, permiten que un practicante triunfe en la calle, al igual que en un dojo.
Uno de exponentes famosos del Karate, es Jean Claude Van Damme, quien dejó claro cómo se ejecutan con precisión las técnicas del Karate.
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Desde sus raíces históricas hasta su enfoque en la autodefensa y la competición, el Taekwondo ofrece una combinación única de habilidades y beneficios.
Yoandris
20 marzo, 2019
Me gustan las artes marciales