En todas las culturas el hecho de saludar constituye un símbolo de cortesía, amabilidad y respeto, sobre todo cuando el saludo incluye la reverencia, algo muy habitual en las artes marciales. Con este signo se demuestra respeto tanto hacia uno mismo, como a los maestros, compañeros y adversarios.
El saludo identifica la filosofía de las artes marciales y las disciplinas de combate, provengan de la cultura que provengan, y además forma parte de la ceremonia del combate en sí mismo.
El saludo puede variar de un arte marcial a otra, algo lógico teniendo en cuenta los diversos países de origen. Los elementos comunes incluyen la inclinación del tronco hacia delante, manteniendo el alumno o combatiente esta posición durante unos segundos. Cuando el saludo se realiza durante una ceremonia, la mirada siempre se dirige hacia el suelo; cuando es previo a un combate, el saludo se dirige al adversario mirando fijamente a los ojos del oponente, volviendo poco después a la postura erguida.
Existen dos posiciones de saludo en artes marciales: de pie y arrodillados.
Ritsurei ( posición de pie).
En este saludo, quien lo realiza posiciona sus manos extendidas junto a los muslos, en la parte exterior y con los dedos unidos. Los pies habitualmente se colocan con los talones unidos y las puntas de los pies hacia el exterior; en ocasiones sin embargo pueden los pies pueden unirse por completo.
Za-rei: (saludo arrodilados)
Se realiza sentándose sobre los talones, con las manos izquierda y derecha (en este orden) en el tatami. Con los pulgares y los dedos índices se forma un triángulo. Sin levantar las caderas, se inclina lentamente la cabeza. Tras unos momentos, el saludo se finaliza enderezando el tronco y colocando las manos sobre los muslos (en orden inverso: primero la derecha y después la izquierda).
Las normas indican que siempre que un alumno o combatiente entra o sale del tatami, este ha de saludar, tanto si es para un combate como para asistir una clase.
En el caso de que esta entrada se realice antes de comenzar una clase, todos los alumnos saludarán con respeto y junto a su Sensei a la imagen o fotografía del Maestro fundador y a los símbolos de la escuela. Después saludarán al Sensei, que a su vez devolverá el saludo a sus alumnos. Este mismo saludo se realizará a la finalización de las clases.
También durante las clases de artes marciales se realizan saludos, por ejemplo cuando el maestro termina de explicar una técnica. El alumno, que ha permanecido sentado y atento, saludará tras la explicación en primer lugar a su profesor y a continuación a su compañero, para comenzar a poner en práctica la enseñanza explicada; lo mismo se repite tras terminar la práctica realizada.
Como vemos, el saludo en las artes marciales forma parte de un verdadero ritual en el que se impregna de la filosofía de las mismas, es decir, siempre demostrando respeto tanto a las personas de rango superior como a los compañeros de clase o adversarios.
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Los poomsaes son secuencias de movimientos fundamentales en el Taekwondo, esenciales para el desarrollo y progresión de cualquier practicante de esta disciplina.
Desde sus raíces históricas hasta su enfoque en la autodefensa y la competición, el Taekwondo ofrece una combinación única de habilidades y beneficios.
mario fernandez
11 enero, 2019
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