¿Te gusta el Karate? Conoce la historia de cómo pasó Jean Claude Van Damme de karateka a la gran pantalla.
Cuando pensamos en Jean Claude Van Damme pensamos inmediatamente en combates, acción y desde luego elasticidad, gran habilidad que catapultó la carrera de Van Damme.
Probablemente no sepas muchas cosas del pasado de Jean Claude, como que es originario de Bélgica y que antes de llegar a las pantallas ya era un gran campeón de Kickboxing en su país.Y es que Van Damme domina más artes marciales que solo el Karate. ¿Quieres conocer cómo fue su infancia y juventud? ¿Cómo su elasticidad le ayudó a llegar a la gran pantalla?
Jean Claude Camille Fracois Van Varenberg nació el 18 de octubre de 1960 en Bruselas, Bélgica, donde creció con una familia humilde.
Durante su infancia fue un niño delgado, tanto, que sus padres decidieron inscribirlo a clases de artes marciales con la esperanza de que sus músculos crecieran, y vaya que lo hicieron.
Con solo 10 años, Van Damme comenzó a entrenarse como karateka donde demostró gran habilidad. Misma por la que años después obtuvo su grado como cinta negra primer Dan.
¿Habías notado que Jean Claude baila muy bien? Quizá se deban a los cinco años que estudio ballet, entrenamiento que lo ayudó a desarrollar la gran elasticidad que lo caracteriza.
En 1978 Jean Claude, con solo 18 años, ya era Mister Bélgica, su arduo trabajo había dado resultados, era uno de los concursantes más jóvenes en haber ganado dicho título.
En la misma época, ya tenía su propio gimnasio en Bruselas, el “California GYM”, el cual vendió pocos años después para viajar hacia América a cumplir su sueño.
Jean Claude señaló que no fue fácil lograrlo, mucho más porque sus padres y personas alrededor le decían que sería muy difícil. Sin papeles, sin saber hablar inglés, sin dinero y sin ser actor, ¿cómo podría llegar a la pantalla grande?
Fue cuando supo que su mejor y única arma para lograr su sueño de ser actor de Hollywood, era su indiscutible habilidad para las artes marciales y envidiable elasticidad.
En 1982, antes de cumplir 22 años, Jean Claude Van Damme hizo el viaje que lo acercaría a las pantallas de cine.
Cuenta que al llegar tuvo múltiples empleos sencillos, como mesero, mensajero, repartidor de pizza, conductor de taxi y de limusina, siendo este último el que le resultó más útil para hacer relaciones públicas.
Antes de llegar a la gran pantalla, Van Damme buscó a celebridades que lo inspiraban, como Jackie Chan y Chuck Norris.
Pero fue Chuck Norris quien le ayudó a iniciarse en el mundo del cine y comenzó por ofrecerle trabajo como su sparring.
Más tarde, Van Damme participaría como extra en “Missing in Action” o Desaparecido en combate, filme protagonizado por Norris en 1984.
El mismo año, lo invitaron a participar en la película independiente “Monaco Forever”, donde interpretó a un karateka homosexual. A lo que comentó que nada es bueno o malo en el cine, “son oportunidades”.
Más tarde lo llamaron para ser el hombre tras el traje de “Predator” o Depredador, estelarizada por Arnold Schwarzenegger, pero el traje le quedaba grande, pues Van Damme mide 1.75m y el traje requería alguien más alto.
En 1988, Van Damme se encontró al director Menahem Golan, a quien de inmediato trato de impresionar con algunas patadas de Karate. Pero eso no le bastó, hizo su épico Split frente a él, montado en dos sillas.
Y fue así, por su gran elasticidad y determinación, como Menahem Golan supo que había encontrado al protagonista ideal para su cinta “Bloodsport”, también conocida como Contacto Sangriento. Cinta que lo catapultaría a la fama internacional.
Lamentablemente, años después, Jean Claude Van Damme se embarcó en un viaje por la cocaína que lo conduciría hacia su declive.
Como él mismo cuenta, se extralimitó, su adicción a la cocaína le hacía sentirse invencible, lo que lo motivó a trabajar largas temporadas sin dormir ni alimentarse bien.
Después de varias recaídas y fracasos cinematográficos, Van Damme logró superar su adicción a las sustancias y reencontrarse con su camino.
Su carrera y habilidades en múltiples artes marciales, le ayudaron a regresar a la pantalla grande. Es difícil olvidar su patada voladora en giro o el magnífico Split al cual le encontró usos inesperados en sus combates.
A su regreso, Jean Claude Van Damme se dio el lujo de rechazar una oferta de Twentieth Century Fox, de un proyecto que se basó en Street Fighter.
En cambio, filmó su cinta “JCVD” donde hace mofa de sí mismo y de muchos acontecimientos que marcaron su vida. La cual, tuvo un buen recibimiento por la crítica internacional en el Festival de Canes.
También, Sylvester Stallone le ofreció un papel protagónico para su cinta “The Expendables” o Indestructibles. El cual rechazó argumentando “diferencias creativas”, lo que nos deja claro que Van Damme es un tipo que antepone sus ideales frente a los papeles.
Al ser entrevistado sobre cuál pensaba que había su máximo error en la vida, señaló que sin duda habían sido las drogas. Con lo que envía un mensaje claro a la juventud y humanidad en general.
Jean Claude Van Damme demostró con su vida que cualquier persona de cualquier lugar, puede lograr lo que se proponga si es constante, disciplinado y determinado. Y a nunca dejar ir las oportunidades porque éstas no regresan.
“No escuchar los disturbios del mundo, pero sí la tranquilidad de tu propio silencio”, explicó que se refería a que la gente te dirá muchas cosas en la vida, ‘que no puedes, que es imposible’, y el silencio es escucharte a ti.
Es escuchar tu voz interior, confiar en tu talento e ir por lo que quieres hacer en la vida. A él le ayudó su pasión por las artes marciales y su gran elasticidad, ¿a ti, qué pasión te ayudará a destacar?
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