La infancia es una etapa llena de jovialidad, inocencia y alegría aunque también tiene sus facetas negativas y una de estas es el bullying. El bullying para los niños y niñas suele darse en los ámbitos escolares y en muchos de los casos contiene violencia o agresión física, psicológica y social de una persona o varias hacia otras.
Las artes marciales transforman este fenómeno ya que la victima a través del entrenamiento marcial logra en primer lugar autoconfianza y potencia su autoestima a la par que aprende técnicas de defensa con la finalidad de minimizar los golpes y amenazas de su agresor.
El bullying es el maltrato físico, social y psicológico que un joven o niño puede recibir de otros, generalmente y en la mayoría de los casos esto sucede en ambientes escolares.
Actualmente el bullying es uno de los grandes problemas que las escuelas a nivel general tienen que tratar día a día y resolver. En el bullying hay dos actores principales, el acosador y la víctima, por lo general el acosador se aprovecha de alguna debilidad que pueda tener la victima para explotarla y causarle daño.
Se tiene la falsa creencia que el bullying es solo el maltrato físico, pero como lo mencionábamos al principio, existen distintas formas de hacer bullying que se clasifican dentro de lo social y psicológico, va desde burlas, insultos, exclusión social, intimidación y amenazas. Inclusive existe en los últimos años una nueva forma de hacer bullying con las tecnologías de comunicación e internet, este se llama el cyberbullying y casi siempre se manifiesta en acoso, amenazas e insultos a través de las redes sociales, blogs, o cualquier plataforma de divulgación de internet. Muchos países han adaptado su marco legal para poder responder a estos ataques de cyberbulling, por lo cual las victimas pueden demandar legalmente a sus victimarios, logrando obtener justicia. La práctica de las artes marciales inciden bastante ya que puede contra restar los efectos negativos del bullying social y psicológica.
Una de las primeras cosas que se nos viene a la mente cuando juntamos estas dos palabras es que la victima aprende artes marciales y en un próximo encuentro con su verdugo este logra defenderse de manera adecuado logrando neutralizar a su agresor. Estos hechos son muy comunes en distintas escuelas u organizaciones educativas. Muchas películas de artes marciales retratan estos escenarios. Pero la verdadera pregunta esta ¿Como sucede este proceso y que pasa después de neutralizar a tu acosador? Lo explicaremos en estos sencillos tips.
El joven acosado con el tiempo aprende las distintas técnicas de defensa de las artes marciales PERO también aprende autocontrol, disciplina y obediencia por lo cual este joven no se vuelve un acosador, victimario o vengativo ante sus acosadores u otras personas, esto sucede en la mayoría de los casos.
Como ya lo hemos mencionado, el bullying tiene varias facetas y no solo es la agresión física. En un escenario que un joven no es maltratado físicamente pero si recibe bullying social o psicológico y luego este niño se incorpora a la práctica de un arte marcial. Este joven tendrá la autoestima y la confianza muy bajas, pero al entrenar constantemente no solo adquiere el aprendizaje de las técnicas sino que accede a un nuevo grupo social con una dirección (entrenador). Aquí el joven mediante el apoyo de sus compañeros y entrenadores podrá desarrollar una confianza y autoestima que en su anterioridad fueron minimizadas por el bullying.
Con la practica constante de las artes marciales se accede no solo a conocimientos milenarios de técnicas de defensa y ataque sino que el niño o niña que practica artes marciales entra en un nuevo grupo social, forma parte del club o escuela de artes marciales y esto se traduce en apoyo social, ya que tiene la posibilidad de llevarse muy bien con los otros integrantes del club.
Partiendo desde el punto de vista del victimario o acosador existen varios casos o escenarios que pueden estar presentes en este tipo de personas con relación en las artes marciales.
El escenario más típico que ya hemos tocado varias veces, es la defensa de la víctima y el bloqueo de la agresión, aquí por su parte el victimario quedara en una estado de shock ya que fue neutralizado y se lo pensara varas veces antes de meterse con su vieja víctima.
Existe otro caso y es muy contrastante, este escenario es que el acosador o victimario aprenda artes marciales, quizás estén pensando que es una mala idea ya que puede aplicar los movimientos para malos fines, pues ocurre lo contrario en la mayoría de los casos. Generalmente algunos niños revoltosos cuando ingresan en una disciplina marcial con dirección de un entrenador dejan a un lado estas malas prácticas. Esto pasa porque el joven absorbe correctamente los lineamientos éticos de la filosofía de las artes marciales .Un claro ejemplo de este escenario aplicado en la realidad es la infancia del gran Bruce Lee, Bruce pertenecía a una pequeña banda callejera en Hong Kong, este decide entrenar Wing Chun por influencia de un amigo, se dirige a la escuela de Ip man donde llega a la primera clase con mucha arrogación, cosa que noto Ip man y por eso decide suspenderlo. Bruce llega un día después arrepentido y con bastante humildad. El maestro decide perdonarlo y aceptarlo en el arte marcial, de aquí en adelante la actitud y las energías Bruce fueron encaminado hacia el arte marcial y el cine.
Las artes marciales en muchos casos transforman la energía mal encaminada hacia un camino correcto, como el caso de Bruce Lee. La práctica de las artes marciales son en su mayoría beneficios tanto físicos y sociales para los jóvenes, niño y niñas.
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